Para poder reubicar la areola y pezón y tensar la piel de la mama, es necesario asociar cicatrices que dependerán del grado de caída de la mama.
En los casos más leves se realiza una cicatriz periareolar, aunque la mayoría requiere añadir una cicatriz vertical o en “T invertida”. La localización de estas cicatrices está estudiada para que pasen desapercibidas una vez han madurado.
Actualmente, los implantes más empleados son de gel cohesivo de silicona, variando en forma y cubierta.