¿Tengo un pecho tuberoso? ¿Tiene solución?

Puede que muchas de vosotras lleveis años observando que hay “algo raro” en la forma de vuestro pecho que no os hace sentir cómodas a la hora de vestir ciertas prendas de ropa o descubrir esa zona. Si esto es así, puede que tengas algún grado de mama tuberosa. Lo que viene a continuación, te va a interesar.

La mama tuberosa, también llamada tubular, constreñida o caprina, es una alteración en el desarrollo de la mama, de causa desconocida, que se manifiesta a partir del desarrollo puberal y afecta de forma importante la calidad de vida de las pacientes que la sufren.

La frecuencia de esta alteración no está bien definida, probablemente porque muchas de estas pacientes presentan grados leves y no llegan a consultar por ello, resignándose tras convencerse de que es una mama “casi normal”. Es por tanto, una situación mucho más frecuente de lo que se puede pensar y que vemos a diario en nuestra consulta.

Antes de contar las características que definen una mama tuberosa, algo que comento frecuentemente con mis pacientes es “Si el aro del sujetador no coincide con el surco inferior de tu pecho, tu mama tiene algún grado de tuberosidad”. Y efectivamente así se demuestra en la exploración posterior. Lo que solemos encontrar, según el grado es:

  • Surco submamario elevado
  • Polo inferior corto
  • Herniación de la areola-pezón

Es de vital importancia ponerse en manos de un cirujano plástico experimentado en la patología ya que, intentar realizar un aumento de pecho convencional en una mama tuberosa, tendrá unas consecuencias catastróficas desde el punto de vista estético, acentuando las alteraciones que ya están presentes.

El tratamiento quirúrgico requiere, antes de pensar en colocar una prótesis, corregir la forma de la mama a unas proporciones ideales, y tras ello, colocar el implante adecuado a esa nueva proporción, ya que en la mayoría de los casos, la mama tuberosa suele tener un volumen pequeño. La experiencia nos ha enseñado que nunca hay que anteponer el volumen a la forma en estos casos, ya que los resultados serán más espectaculares, consiguiendo unas proporciones ideales, que un gran volumen.

En estos casos, las prótesis anatómicas, tienen una especial utilidad, ya que concentran su mayor volumen, justo en la zona donde nosotros queremos “crear una mama de la nada”, es decir, en la zona inferior, y por tanto aportan la armonía que el resultado final requiere.

Los casos con asimetría siempre suponen un reto quirúrgico ya que implican el empleo de distintas técnicas de elevación, remodelado glandular y aumento, pero nuestra experiencia es que la mejoría a nivel de autoestima y calidad de vida en estas pacientes es uno de los cambios más importantes que podemos ofrecer dentro del campo de la cirugía mamaria.

Si crees que este puede ser tu caso y te han surgido dudas o interés en el tratamiento, no dudes en consultar.